zaterdag 6 juli 2013

Verde que te quiero verde. Federico García Lorca.










A Gloria Giner
y a Fernando de los Ríos


Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.

              *


Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

              *

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de Holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

              *

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.


              *

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

              *

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

2 de agosto de 1924







Federico García Lorca






Geïnspireerd door de brute kracht der onwetendheid,
de valsheid van geschriften en
het nooit of te nimmer iets kunnen begrijpen
dan alleen het bekende van je eigen plek;
voor mensen die zelden de zee zien,
voor nachtuilen zonder zicht op de morgen……..
Vul je geest met de prachtige woorden van Federico Garcia Lorca
Ook al begrijp je ze niet.


Voor  mijn kleinkinderen die al dansen op deze muziek
Dansend omdat liefde voor prachtige woorden en muziek ingebakken zit.
Jammer genoeg staat de onvrijheid van internet niet toe een video van hen op het blog te plaatsen.

Voor mijn vrienden in Jerez die nog steeds de nasleep voelen.

Federico García Lorca, vermoord in het begin van de Spaanse Burgeroorlog (19360 was een poëet, dramaturg en scenarioschrijver.
Hij werd slechts 38 jaar oud maar  liet een omvangrijke oeuvre na. Nog steeds worden zijn gedichten op muziek gezet, als songteksten wel te verstaan. 
Helaas huiveringwekkend is het gebruik van het gedicht " a las 5 de la tarde " dat gaat over de dood van een stierenvechter met daarachter een video met gruwelbeelden van de door Francoaanhangers vermoorde mensen in de burgeroorlog. Onbegrip en domme woede?

Federico leefde intens, reisde veel en werd gedreven door het verlangen naar liefde. 

Een van de prettigste boeken die er over hem geschreven zijn is dat van Ian Gibson, een aanrader voor echt geïnteresseerden. 

 

©Gavi Mensch
 Maastricht, 6-7-2013

Update 23-4-2017 


Feliz Día del Libro

Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada) en septiembre de 1931, al inaugurar la biblioteca
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. « Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre », piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
"Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
"No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan ; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros ?
"¡Libros ! ¡Libros ! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir : « amor, amor », y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita ; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía : « ¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera ! ». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua : pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
"Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser : « Cultura ». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".
via
Neyva Maria Molina Moya


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